Para buen brillo el de las joyas. No en vano se llama brillante al diamante pulido. Es que casi no se puede mirar fijamente sin tener que cerrar los ojos. Muy similar es el brillo de los ojos de la persona que lo posee.
C./
¿Quién sabe lo que puede pasar?
Para buen brillo el de las joyas. No en vano se llama brillante al diamante pulido. Es que casi no se puede mirar fijamente sin tener que cerrar los ojos. Muy similar es el brillo de los ojos de la persona que lo posee.
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