Hay algunas “anécdotas” de la Historia de la Humanidad que realmente no lo son, se trata de hechos históricos contrastados con grandes y graves implicaciones que se minimizan, se silencian o se tratan como simples “anécdotas”. Es el caso de Sócrates y Caco el Arévaco.
Sócrates paso largo tiempo aprendiendo en la escuela numantina de Caco el Arévaco, podéis ver en la imagen un busto de la época de Caco el Arévaco realizado por un maestro artesano celtíbero.
La principal enseñanza de Caco era el modo en que contestaba a todas las preguntas que le hacían. A cualquier pregunta siempre contestaba con gran profundidad: “¡Y QUE ME SÉ YOOOO!”. Y es así como Sócrates aprendió y llegó a decir aquello de que “YO SÓLO SÉ QUE NO SÉ NADA”.
Realmente, ya os habéis dado cuenta de ello, Sócrates no aporta nada nuevo con su famosa frase a lo ya dicho por su maestro Caco el Arévaco. Ciertamente, se podría decir que hay algo más de elegancia en Sócrates en el modo de expresar este pensamiento pero nuevo, nuevo, no dijo nada.
En fin, directamente Sócrates a la gloria y Caco el Arévaco al olvido. Y si alguien como yo evidencia esta injusticia histórica, se le trata de infame aficionado distorsionador de anécdotas históricas de dudosa procedencia.
Escribe en un comentario si crees que Sócrates era un “copietas”. Recomiéndale este post a algún celtíbero numantino que conozcas.
¡Un momento! Escribe también en un comentario si has buscado en Internet que los arévacos eran pobladores celtíberos prerromanos de la zona numantina (¡seguro que lo has hecho!)
C./