Dalí y yo

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Dalí y yo

Acababa de dejar a Van Gogh en París, en el barrio Latino. Me había pedido que le presentara a algunos impresionistas de la época y, bueno, yo no sé decirle que no a Van Gogh. El caso es que cuando lo vi que ya se liaba con otros pintores, me dije: “¡eh, C./, acércate a Figueras y pasas allí unos días con Dalí!”, y me respondí: “¡eso está hecho!” Dalí y yo siempre hemos sido muy buenos amigos.

Cuando llegué a Figueras el propio Dalí me vino a buscar a la estación, me arrebató las maletas después de darme un buen abrazo y ya nos fuimos a su casa, Villa Galatea. Una vez instalado, nos fuimos a tomar un vermú. A Salva y a mí nos encanta tomar el vermú: una cervecita bien tirada con unas gambas de Palamós. Nota: llamo Salva a Dalí porque los amigos lo llamamos así en la intimidad, no es por otra cosa.

Íbamos de camino al bar a tomar el vermú cuando, de repente, Salva me paró y me señaló en un escaparate de una tienda unas obras maravillosas y me dijo:

– ¡Mira C./ que dos maravillas tenemos ahí delante!-, señalando al escaparate.

– Preciosas, Salva. ¡Qué perfección!-, aseguré yo.

– ¡Pero, qué proporciones tan perfectas, C./-, replicó Dalí.

– Salva, sé que te encanta el surrealismo pero tienes que reconocer que ese realismo no tiene parangón. Es una recreación magnífica de la belleza sin límites!

– ¡Así es, C./, lo reconozco, esto es el no va más!

Estábamos ensimismados contemplando esas dos obras magníficas cuando Gala se nos acercó por detrás y nos preguntó:

-¿Puedo saber qué hacéis ahí como dos bobos mirándoos en un espejo de una tienda?

Gala siempre fue un poco arisca. Buena chica pero un poco arisca, sí. Además, ese día me quedó claro que Gala no tenía mucha idea de los conceptos de arte, belleza y gratas proporciones. En fin, ya reunidos los tres nos fuimos a tomar el vermú.

Escribe en un comentario si alguna vez mirándote al espejo has descubierto algo maravilloso, siempre y cuando no estés recién levantado. Recomiéndale este post a todos las personas amantes del surrealismo. Dale al “megustas” y guarda este post en tus colecciones de cosas “atomarelvermucondalisiavotaryaveremos”.

¡Un momento! Escribe en un comentario si has buscado en Internet que Palamós es famosa por sus gambas, que lo es y con todo merecimiento (¡seguro que lo has hecho!)

C./

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