
Este es mi primo Rafa, “el garrafa”. Tiene ese sobrenombre, por no decir burdo mote, debido a su afición al güisqui garrafón. Está en esta situación por bocazas y, sí, he sido yo el que le ha mandado al hospital. Antes de que me juzguéis y me condenéis por salvaje, dejadme que os de la explicación de lo ocurrido.
El caso es que por casualidad nos hemos encontrado hoy en plena calle y a voz en grito me dice: “¡mi querido ínclito y ubérrimo primo C./!” ¿Cómo?, ¿ínclito?, ¿ubérrimo? Me ha sacado de mis casillas y he empezado a golpearlo, puñetazos y puntapiés a diestro y siniestro, hasta quedarme sin aliento y dejarlo en ese estado.
¡Vamos a ver! Desde que tengo presencia en RRSS soy una persona célebre, conocida, famosa incluso ilustre e insigne. Y esta fama la he conseguido con mi trabajo, un trabajo prolífico, feraz, rico y abundante el que corresponde a una mente fecunda y fértil como la mía. ¡Y a este tipo sólo se le ocurre llamarme ínclito y ubérrimo! ¡Pues toma paliza, desgraciado!
Escribe en un comentario si crees que me he pasado con mi primo Rafa el Garrafa o si todavía admitía algún puntapié más. Recomiéndale este post a algún amigo que le gusten los insultos cultos.
¡Un momento! Escribe en un comentario si has buscado en Internet que ínclito y ubérrimo son insultos (¡seguro que lo has hecho!)
C./