“¡Ven a la playa, que estamos todos y lo pasaremos bien!” Es la invitación de mi amigo Luis Miguel. Lo dice de corazón. Conozco bien a Luis Miguel y sé que no me desea ningún mal.
Para aceptar esa invitación hay que analizarla bien. No estoy dispuesto a perder a un buen amigo por un bien quedar por parte de los dos. Prefiero ser sincero y tomar la decisión adecuada sin malograr una buena relación. Analicemos, pues, las tres partes de la invitación.
Lo primero que hace Luis Miguel es darme una orden “¡Ven a la playa!”… No somos tan amigos como para que puedas darme una orden. Mi madre puede, mi padre también, los demás no. Mal empezamos Luis Miguel.
Lo segundo es mentir. A un amigo no se le puede mentir, Luis Miguel. Mira, “que estamos todos”, no es verdad. Yo no estoy, luego no estamos todos. Qué duda cabe que estáis casi todos, ahí, en la playa, todos juntos, al mismo tiempo, pero yo no estoy. Mal. Luis Miguel, mientes. No estamos todos, falto yo.
Y lo tercero, el colmo de la ingenuidad, es suponer que “lo pasaremos bien”. ¿Dónde lo pasaremos bien? De pie en la playa, como si estuviéramos en el metro en hora punta, pero en bañador y chancletas; de pie en la cola del restaurante para esperar el turno de comer; durmiendo los quince de la pandilla en el apartamento de 25 m2 de Marta que tiene un solo baño… Luis Miguel, exactamente, ¿cuál es tu idea de pasarlo bien?
No voy a ir a la playa, yo me quedo en mi casa. Y así voy yo disfrutando de mis vacaciones.
Escribe en un comentario si te parece buena idea ir con todo el mundo a la playa. Recomiéndale este post a alguien que vaya de vacaciones a la playa y disfrute de las aglomeraciones. Dale al “megustas” y guarda este post en tus colecciones de cosas “asisedisfrutanlasvacaciones”.
¡Un momento! Escribe en un comentario si has buscado en Internet que una plaga es una aparición masiva y repentina de seres vivos de la misma especie que causan graves daños a poblaciones animales o vegetales… es casi como una playa en verano (¡seguro que lo has hecho!)
C./