LA PRESA – 15 UN DISPARO CASI CERTERO
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Con los dos esbirros al-caiathas fuera de juego era el momento de enfrentarse a Joe «el cazador» Voighland. Ya bastaba de huir. El juego cambiaba. A partir de ese momento los papeles se invertirían, Jee Stark sería el cazador y Joe Voigland la incauta presa… O, a lo mejor, no. Porque mientras lo planeaban así, Joe los sorprendió por la espalda e hizo un disparo casi certero.
Mal asunto. Ese disparo por la espalda ha herido a Jee y Maryth, desesperada, se ha lanzado al Pozo de las Almas Perdidas para evitar un segundo disparo dirigido a ella. Parece que la muerte en este templo no tiene fin. Ahora nuestro héroe está herido y solo a merced de Joe.
¿Es este el final de Jee Stark? ¿Por fin ha conseguido «el cazador» su presa? Parece que es así puesto que Joe «el cazador» Voighland sólo tiene que apretar el gatillo y «la presa» quedará sin cabeza…
¡Naaah! Esa muchacha es increíble. No se rinde nunca. Ahora solo hace falta que consiga salir del pozo, acercarse a Joe sin que se dé cuenta, atacarle sin darle la oportunidad de apretar el gatillo, quitarle el arma, matarlo y salvar a Jee antes de que se desangre.
¡Vamos, Maryth, querida! ¡Espabila porque al bueno de Jee solo le quedan unos pocos instantes de vida!
¿Lo conseguirá Maryth? Te lo cuento la semana que viene…
Escribe en un comentario si crees que el comandante Jee Stark terminará en Al-Caiath sus estupendas y divertidas aventuras espacio-siderales-galácticas con otro disparo a bocajarro casi certero de Joe. Recomienda esta entrada a alguien que sea fan de las aventuras espaciales de Jee Stark y, por su puesto, dale al «megustas» y guarda esta entrada en tus colecciones de cosas «jeestarkeselmejorguerreroespaciosideralgalactico».
¡Un momento! Escribe en un comentario si has buscado en Internet por qué los supervillanos siempre se entretienen en pronunciar discursos épicos cuando están a punto de ganar en lugar de vencer de una puta vez, ¡seguro que lo has hecho! Yo lo he buscado y resulta que se trata de un recurso literario para que el ávido lector crea que va a vencer el mal, mientras el personaje secundario se recupera y aparece en el último momento para salvar la vida al protagonista o «bueno» y enviar al antagonista o «malo» al infierno. Esto le da mucha emoción a la historia, ¿sabes?
C./