
Lo que se dice conducir, a Nerviosdeaceroman se le daba bien. Lo que no se le daba tan bien es lo de tener sentido común. ¿Qué pensaba que iba a ocurrir? ¿Algo diferente que las últimas dos veces? Bueno, pues una vez más se confirma el refrán de que “no hay dos sin tres”.
Los que estábamos en aquella calle mirando no dábamos crédito a nuestros ojos. Nerviosdeaceroman iba a hacerlo de nuevo. Pedaleaba con fuerza y su bicicleta avanzaba por la calle cada vez más rápido. De frente, aceleraba brutalmente el vehículo blindado del malvado Dr. Yup. Los 12 cilindros de su máquina rugían y la lanzaban a una velocidad increíble.
Nerviosdeaceroman haría uso de sus poderosos nervios de acero. Pensaba que si se mantenía firme en su trayectoria contra el vehículo del Dr. Yup, este , al final, se asustaría, cambiaría su trayectoria ,perdería el control y chocaría contra alguna farola de la calle y fin de la historia. Otro supervillano derrotado.
Dr. Yup, al igual que todos nosotros, no podía creer que el Nerviosdeaceroman con su bicicleta no se apartara… Pero bueno, cada uno lucha como puede, ¿no? Así que aceleró a fondo y arrolló a nuestro superhéroe. Este momento espectacular lo recoge la imagen que veis.
“¡Ayayay!”, decía el pobre con todos los huesos rotos.
¿No habrá nadie capaz de explicarle a esta alma de cántaro que sus nervios de acero no sirven de nada cuando vas en bicicleta a chocar de frente contra un vehículo blindado de tres toneladas y lanzado a toda velocidad? ¡Es que ya son tres veces que lo hace!
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¡Un momento! Escribe en un comentario si has buscado en Internet qué probabilidad hay de que se me rompa el lapicero y deje de dibujar tonterías (¡seguro que lo has hecho!)
C./