LA PRESA – 11 LA TRAMPA
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La decisión de Maryth, la al-caiatha, era buena. Refugiarse en el Templo de la Muerte era seguro puesto que entrar allí era tabú para los nativos, pero ni Jee Stark ni Maryth podían imaginar al entrar en ese lugar que estaban cayendo en la trampa de «el cazador».




Por un lado, Jee está a salvo y ya sabe dónde está el cazador. Por otro lado, Maryth está en la red a merced de Joe Voighland.
Conociendo a Joe, lo más seguro es que la mate o peor aún, que se la entregue a sus esbirros al-caiathas como pago adicional por sus servicios.
Es momento de pensar qué hacer, pero poco. El momento es más de acción que de reflexión y esto se le da muy bien a Jee Stark.
Te lo cuento la semana que viene…
Escribe en un comentario si sabes de donde sacó Joe Voighland, «el cazador», las latas para avisar de que alguien había caído en la trampa. Esta bien, te lo diré yo. Las trajo en su nave, las había recogido en la basura de una estación sidero-espacial de combustible. Recomienda esta entrada a alguien que sea fan de las aventuras espaciales de Jee Stark. Dale al «megustas» y guarda esta entrada en tus colecciones de cosas «jeestarkeselmejorguerreroespaciosideralgalactico».
¡Un momento! Escribe en un comentario si has buscado en Internet de qué animal autóctono de Al-Caiath es la piel que usa los al-caiathas para hacerse los taparrabos, ¡seguro que lo has hecho! Yo lo he buscado y resulta que se trata del mongadunga común. Este animal es muy apreciado por el buen sabor de su carne, por el buen gusto que dan sus huesos al caldo y por tener un pellejo de pelo corto muy suave. Los al-caiathas disfrutan mucho cuando el pelito del mongadunga común entra en contacto con sus genitales, así, como acariciándolos, ¿sabes lo que te digo, no?. Eso me han dicho. Yo me lo creo. Tiene que estar bien.
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