Rinoceronte

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Rinoceronte

“Que no vayas, que te andes con cuidado, que ese bicho es peligroso…” Se le advirtió de todas las maneras posibles, pero Ceporromán es así. “Tranquilas, gentes comunes y corrientes, yo soy Ceporromán y ningún rinoceronte miope se atreverá a atacarme”.

Y allí fue y pasó lo que tenía que pasar. Se puso a hacer tonterías delante del rinoceronte y este aprovechó un momento de descuido para atacarle por la retaguardia. Según bufaba, el bicho aquél parecía decir, “verás como te soluciono lo del estreñimiento de por vida”.

¡Ayyyy! Le enchufó todo lo largo que es el cuerno, desde la punta hasta el hocico, por ese orificio corporal por donde solo deben salir cosas.

No podíamos creerlo. Fue todo un espectáculo ver a Ceporromán manotear y patalear al aire mientras el rinoceronte lo paseaba de aquí para allá por toda la pradera pinchado en su cuerno.

Al final, ya harto, el animal en un movimiento de cabeza tipo latigazo, como un decir “no” en plan bestia, hizo que Ceporromán saliera disparado y fuera a aterrizar de cabeza en la única roca que había en la pradera. Ya es mala suerte.

Cuando el rinoceronte se alejó fuimos a socorrerlo y cuando llegamos se levantaba por su propio pie y se sacudía de su flamante capa el polvo y los dientes que se le habían caído. Le preguntamos por su agujero y nos aseguró que no era nada, que si gritaba no era de dolor sino del susto que le dio el animal. Nos confesó que estaba acostumbrado a ese tipo de agresiones porque había estado trabajando durante varios años como teleoperador en una compañía de telecomunicaciones.

Escribe en un comentario si conoces algún otro ataque más doloroso para un superhéroe que el del cuerno del rinoceronte. Recomienda esta entrada a alguien que sea fan de los teleoperradores de las compañías de telecomnicaciones. Dale al “megustas” y guarda esta entrada en tus colecciones de cosas “esolegustoaceporroman”.

¡Un momento! Escribe en un comentario si has buscado en Internet que los rinocerontes son una familia de mamíferos placentarios del suborden ceratomorfos perteneciente al orden de los perisodáctilos (¡seguro que lo has hecho!). Yo ya lo sabía…, desde hace mucho…, sí.

C./

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