El otro día un conocido me dijo que le gustaban mis dibujos y las cosas que escribía. Que le proporcionaba cuatro o cinco minutos de entretenimiento todos los días. Que con mis tonterías se olvidaba un rato de la rutina diaria. Yo le di mi más sincero agradecimiento.
A éste lo he buscado entre todos mis seguidores y los que me dan likes y no aparece por ningún lado. Parece ser que hay seguidores, no pocos, que no utilizan ninguno de los botones de las redes sociales y, sin embargo, lo que les gusta lo miran y lo disfrutan.
Nunca os he tenido en cuenta. A todos vosotros mi más sincero agradecimiento. Siempre estoy pidiendo “megustas”, que se comente, se comparta y se guarde el post en alguna colección curiosa, pero nunca doy las gracias. ¡Dame, dame, dame, …!, pues hoy doy yo: ¡Gracias!
Y por supuesto, pido sinceramente disculpas a todos los seguidores que os mostráis como tales, que comentáis, compartís y guardáis. Nunca os he dado las gracias públicamente. Gracias. De verdad, mi más sincero agradecimiento.
Esta bien sacudirse de vez en cuando la vergüenza y reconocer que te falta algo por dar a los demás. Está bien dar un dibujo y contar alguna gracia todos los días, pero está mejor si también se dan las gracias por los minutos que te regalan todos los días, solo para verte a ti.
Es un auténtico placer saber que estáis ahí. Y todos los días.
Escribe en un comentario si al ver la imagen has dudado si he dibujado corazones o culos. Recomienda este post a alguien que sea agradecido de verdad, te lo agradecerá. Dale al “megustas” y guarda este post en tus colecciones de cosas “esimportanteseragradecido”.
¡Un momento! Escribe en un comentario si has buscado en Internet que la palabra agradecimiento viene del latín “gratus”, que no tiene que ver con la medida de la temperatura “gratus centígratus” aunque lo parezca (¡seguro que lo has hecho!)
C./