Cae la noche

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Cae la noche

El día termina. Un día más en Darktown, la ciudad sin redención. Un día menos en la existencia de Héctor Spector, y él lo sabe. Cae la noche. Es el momento de encender un pitillo y tomar un trago de güisqui. La noche será larga para este viejo sabueso.

A Héctor Spector le gustaría beber whisky pero no le llega el dinero. Si lo tuviera, tomaría un buen bourbon, solo, sin hielo. Y el whisky también lo tomaría así. No se lamenta por no tener demasiado dinero. El que tiene es suficiente pago por el sucio trabajo que hace y es suficiente para tener todo lo que necesita: café, cigarrillos y güisqui.

Sí, cae la noche, una noche que será larga. No es que tenga mucho trabajo o que el poco trabajo que tiene lo tenga que hacer por la noche, lo que ocurre es que sobre las 8.30 pm se ha tomado cinco o seis cafés con cafeína que le han barrido todo el sueño que pudiera tener. Así es. Va a ser una noche larga, muy larga.

Eso le pasa porque ha estado toda la tarde tocándose los güevos en lugar de trabajar y tomando un café tras otro, sin control, como un gilipollas. Sí. Esta es la vida de Héctor Spector, el viejo sabueso, una vida que a veces juega duro, pero él ya está acostumbrado.

Anochece en Darktown, la ciudad sin salvación. Héctor apura el pitillo, sorbe el último trago de güisqui y queda absorto observando cómo cae la noche mientras se rasca los güevos. Va a ser una noche larga, muy larga.

Escribe en un comentario si conoces algún otro sabueso como Héctor Spector. Recomienda esta entrada a alguien que sea fan de ver cómo cae la noche. Dale al «megustas» y guarda esta entrada en tus colecciones de cosas «nohayningundetectivecomohectorspector».

¡Un momento! Escribe en un comentario si has buscado en Internet si hay algún detective privado que se llame Héctor Spector (¡seguro que lo has hecho!)

C./

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