El domingo en nuestra cultura es el último día de la semana y lo que es peor, el último día del fin de semana. Su nombre viene del latín dies dominicus, día del Señor.
Hay muchas representaciones del día del Señor. A mí la que me ha gustado siempre es ésta del pintor Carolus Punctum Talea, discípulo de Zurbarán. Carolus destacó por su increíble manejo del claroscuro y de las paletas de colores que utilizaba, así como en el dominio del escorzo que le permitía dotar de gran movimiento y naturalidad a sus figuras.
Esta obra, denominada «Domingo brutal» representa el éxtasis de Fra Domenico. Cuenta la leyenda que este fraile alcanzó el éxtasis un domingo al ir a misa en el convento. De camino a la capilla chocó su dedo meñique del pie derecho desnudo con la pata de una mesa de roble macizo. La mesa volcó tirando al suelo una jarra y una copa con agua fresca, casi bendita.
El grito de Fra Domenico se pudo oír en todo el monasterio y cuando acudieron los otros frailes lo encontraron sin habla, con los ojos llenos de lágrimas y dando saltos sobre su pie izquierdo. La conclusión fue clara para todos, Fra Domenico había entrado en éxtasis.
Escribe en un comentario si crees que Fra Domenico debió quedarse ese domingo en la cama. Recomienda este post a alguien que sea entusiasta de la pintura de Zurbarán. Dale al “megustas” y guarda este post en tus colecciones de cosas “caroluspunctumtaleadibujabadecojon”.
¡Un momento! Escribe en un comentario si has buscado en Internet que en otros sitios el primer día de la semana es el domingo y además se lo dedican al Sol (¡seguro que lo has hecho!)
C./