KungFú-Ndido

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KUNGFÚ-NDIDO

En un alarde de concentración y fuerza mental, el maestro de Kung Fú Keton Tin tenía que terminar de clavar un clavo del nº 107 en un madero de un solo golpe con el pie desnudo. Estaba tan tan concentrado que no se ha fijado por qué lado debía patear el clavo y, ¡claro está!, se ha kungfú-ndido.

Además, cuando diera el patadón al clavo tenía que hacer el kiai, ese grito agudo que se exhala en el momento del ataque, pero se le ha quedado atascado en la garganta mientras sentía como el clavo se le hincaba en el pie.

Lo que sí le ha salido, además de la sangre a borbotones, han sido un par de lagrimones de puro dolor y otro par de pura vergüenza… Pobre Keton Tin. Venga, mejor suerte otra vez.

Escribe en un comentario si alguna vez «t’has kungfú-ndido» al patear clavos del 107 con los pies desnudos y cuéntanos que sentiste. Recomienda esta entrada a alguien que le guste el Kung Fú. Dale al «megustas» y, por supuesto, guarda esta entrada en tus colecciones de cosas «peroquemierdohistoriasnoscuentastio».

¡Un momento! Escribe en un comentario si has buscado en Internet si Pronóstico Reservado puede llegar a tener problemas legales con los monjes saolines por dar a entender que sus demostraciones de Kung Fú son una chorrada, ¡seguro que lo has hecho! Nosotros lo hemos buscado y, no,  no podemos llegar a tener problemas legales. Los monjes saolines no ponen denuncias, van a buscarte y te hacen la demostración de Kung Fú en tu cara y en tus güevos. Así que, tranquilos, no nos van a demandar.

C./

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