Una semana explosiva

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Una semana explosiva

El otro día un seguidor me reconoció por la calle y me dijo: “C./, seguro que tus semanas son alucinantes, siempre de risas y de chuflas”. Yo le contesté muy amablemente y con mucha gracia: ”¡seguro!, esta, por ejemplo, es una semana explosiva llena de chistes y buen humor, ja, ja, ja”, y añadí “oye, me puedes dar un par de euros, son para comer…oye… ¡oye!, ¿a dónde vas?, ¡espera, dame solo un euro!… no te vayas, por favor, dame algo…”. ¡Qué barbaridad, cómo corría! No me dio nada, pero creo haber descubierto un método para librarme de pelmazos.

Mi semana es, más o menos, como la represento en ese dibujo. Los días en rojo no tienen por qué ser peligrosos e incómodos y los verdes no son necesariamente tranquilos y relajados. Los días marrones sí son marrones, en todos los sentidos. Yo creo que el color del hambre es el marrón. Hacedme caso, sé de qué hablo.

Una excepción son los días de la semana de fin de mes. Esos son todos rojos, peligrosos e incómodos, pero no pasa nada, solo son siete al mes, como mínimo. Y si me quedo quieto, no abro la puerta y no contesto al teléfono se pasan enseguida.

Dejadme que os haga un par de preguntas: ¿Los días de vuestra semana tienen colores?, y ¿podéis dejarme un par de euros para comer?, es que tengo hambre…

Escribe en un comentario si crees que los colores de los días deberían estar al revés. Recomienda este post a alguien que sea fan de las semanas bien aprovechadas y con una comida al día. Dale al “megustas” y guarda este post en tus colecciones de cosas “estoesunrollodesemana”.

¡Un momento! Escribe en un comentario si has buscado en Internet de cuántas maneras me puedes dar dinero para que no muera de hambre (¡seguro que lo has hecho!)

C./

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