Bakasana, la postura de la grulla. En la imagen podéis ver cómo un yogui practica esta elegante figura en la que se reconoce perfectamente una grulla haciendo «grulleces».
Esta postura consiste en descansar el peso del cuerpo sobre ambas manos mientras las piernas se encogen sobre el cuerpo y apoyan sus rodillas sobre los brazos. Es una postura desafiante que, de un modo natural y grácil, fortalece las manos y los brazos, ayuda a la relajación e invita a la concentración.
Tal es el parecido de esta postura con la grulla de verdad que una de ellas se ha acercado hasta él y se ha sentido invitada a unirse a la sesión de yoga adoptando la postura del yogui meando en el campo. Esta postura es altamente relajante y liberadora del espíritu. Además es tan elegante y grácil como la bakasana.
Hoy es un gran día para estar presente y atento. Para soltar y dejar ir.
Escribe en un comentario cuál de las dos posturas relajantes practicas en tu día a día. Recomienda esta entrada a alguien que sea fan de las grullas haciendo bakasana y de los yoguis meando en el campo. Dale al «megustas» y guarda esta entrada en tus colecciones de cosas «molarelajarsehaciendopisenelcampo».
¡Un momento! Escribe en un comentario si has buscado en Internet cuál es el beneficio de practicar bakasana la postura de la grulla (¡seguro que lo has hecho!).
C./