El atraco

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El atraco

Estaba todo perfectamente planeado. Iba a ser el atraco perfecto. El robo del siglo. El golpe maestro. ¿Por qué fracasamos? Yo creo que fue por no saber idiomas y por tener un presupuesto escaso.

El plan no podía ser mejor. De madrugada colocaríamos la bomba en la fachada, justo en el lugar donde estaba la caja fuerte en el interior del banco. La detonaríamos y tendríamos entonces 5,45 minutos antes de que apareciera la policía. Ese tiempo sería más que suficiente para echar mano de todo el dinero de la caja y salir pitando.

Perico se encargó de conseguir la bomba a través de un amigo pirotécnico que sabía como armar un buen «petardo». Hubo que pagarle por adelantado una buena cantidad al pirotécnico y teníamos el dinero justo gracias al crédito que habíamos pedido al banco que íbamos a robar.

Apenas nos quedaban unos pocos euros y todavía teníamos que comprar el temporizador que había que conectar a la bomba. De esto se encargó Juan, nuestro compinche chino. Le compró el temporizador a un primo suyo que tenía un «todoacien» en el barrio. Nos pusimos muy contentos porque todavía sobró dinero para cafés y tabaco.

Llegó la madrugada de marras y allí estábamos los tres: Perico, Juan y yo. Colocamos la bomba, conectamos el temporizador y programamos 3 minutos de cuenta atrás, tiempo suficiente para refugiarnos de la explosión… ¡pero!, el temporizador, ese tan barato, era chino y la medida del tiempo venía en perfecto chino… teníamos que elegir entre 3 «fēn fēnzhōng» o 3 «dì èr»…   Nos quedamos mirando a Juan y nos explicó que él era chino pero de Albalete de la Calzada y que no hablaba chino.

Después de un «pito pito colorito» poco profesional, nos decidimos por poner 3 «dì èr», que nos pareció que tenía más pinta de minuto que de segundo. Y no. Equivocados. Eran segundos. Desastre total.

Afortunadamente, yo me había alejado unos metros y la explosión me pilló de refilón, pero a Perico y a Juan les estalló la bomba en toda la cara. Como dato curioso puedo deciros que los chinos por dentro son iguales que nosotros: son todo rojos con cosas viscosas… igual que nosotros los «no chinos». Lo digo porque yo pensaba que eran diferentes, de otros colores, no sé… pero no.

Cuando me acerqué para recoger el dinero vi que la bomba no era lo suficientemente gorda y potente y que apenas había abierto un pequeño agujero en la pared y la caja fuerte estaba intacta.

Después de un momento de silencio y recogimiento por los compañeros caídos, me piré inmediatamente de la escena antes de que llegara la policía.

Escribe en un comentario si has conocido unos atracadores más cutres que nosotros. Recomienda esta entrada a alguien que sea fan de atracar bancos. Dale al «megustas» y guarda esta entrada en tus colecciones de cosas «unalastimalodelatraco».

¡Un momento! Escribe en un comentario si has buscado en Internet como se dice minuto y segundo en chino tradicional (¡seguro que lo has hecho!).

C./

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