
Del latín clásico dies lunae, el día de la Luna, el lunes es el primer día de la semana en nuestra cultura. Sin lugar a dudas el día más odiado de todos.
No sé por qué hay que odiar a este día. ¿Por qué no al martes?, o al miércoles, o al jueves, o al viern… No, al viernes ya no se le odia. En fin, me apuesto la mano izquiercha a que el lunes es un día tan bueno y divertido como un martes cualquiera.
Yo propongo odiar al domingo por la tarde a eso de las 8 pm, cuando ya termina el día. El descanso del fin de semana se acaba y se nos echa encima la nueva semana con todas sus obligaciones. El domingo por la tarde es solo un final que no da ni tiempo ni lugar para nada más que para pensar en todo lo que nos va a caer de repente en la semana que empieza.
Mientras que el lunes es un nuevo inicio de semana, lleno de ilusión y energía para peregrinar con ánimo por los días que faltan hasta el viernes, ¡es genial! Sí, ¿no? Os advierto que cambiarle la cara a este día es una cuestión de actitud. ¡Venga a por él!
Escribe en un comentario si crees que a la Luna le parece bien que el primer día de la semana se lo dediquemos. Recomienda este post a alguien que sea entusiasta del lunes, pero sin amenazas de muerte, ¿vale?. Dale al “megustas” y guarda este post en tus colecciones de cosas “lalunaestatodoslosdiasnosololoslunes”.
¡Un momento! Escribe en un comentario si has buscado en Internet que en otros sitios el primer día de la semana es el domingo, y por tanto es el día más odiado, tal y como yo he propuesto (¡seguro que lo has hecho!)
C./