¿Sabéis lo que es una metedura de pata? Pero una de las buenas. ¿No?, pues, tranquilos, yo os la cuento.
Después de las vacaciones de verano nos reunimos un grupo de amigos y amigas a tomar un café, por aquello del reencuentro y para contar y escuchar (las menos veces) las experiencias veraniegas.
Ya casi finalizando la reunión, Roberto felicitó en voz alta y a la vista de todos a Magda por su feliz estado de premamá. Nada más hacerlo se hizo un silencio absoluto. Brutal. No sé cuánto duró pero a mi me pareció una eternidad. Agradecí mucho, y todavía lo hago, la incomodidad del silencio porque yo casi le pregunto a Magda por el nombre que le iba a poner a su bebé.
Roberto es de lo más jovial y siempre tiene una palabra amable para todo el mundo. Siempre es el que más alto ríe, el que más alto habla y el que más bajo escucha.
Magda es una chica encantadora y bastante presumida. Es de las mayores del grupo y, sin ser demasiado descarada, trata de acicalarse y vestirse para parecer más cercana en edad a las más jóvenes.
A Magda le encantan las pizzas, los bocadillos gigantes y la cerveza bien fría y este verano parece que se excedió un poco. La camiseta ajustada que llevaba puesta y la tremenda imaginación de Roberto unida a su amabilidad y falta de tacto hicieron el resto.
Roberto estaba blanco, muy blanco. Magda estaba roja, muy roja. Los demás estábamos de todos los colores y con la boca abierta, muy abierta.
“Jejeje, sí, no, no estoy esperando nada,…” contestó Magda a la felicitación de Roberto. “…ah, me había parecido… que yo, sí, bueno… es que me tengo que ir…” fue lo que añadió Roberto.
Escribe en un comentario si alguna vez has tenido una metedura de pata como la de Roberto y dinos a todos cuál fue, pero con todos los detalles. Recomienda este post a alguien que sea fan de las buenas cagadas en reuniones de amigos o familiares. Dale al “megustas” y guarda este post en tus colecciones de cosas “magdanoselotengasencuenta”.
¡Un momento! Escribe en un comentario si has buscado en Internet por qué nos ruborizamos cuando sentimos vergüenza (¡seguro que lo has hecho!)
C./