A votar, es la fiesta de la democracia. Todos los ciudadanos con derecho a voto se reúnen en torno a las urnas y votan. Da igual el signo, las creencias, la raza, todos en paz y en calma. Solo algún insulto aparece de vez en cuando dando color a esta jornada festiva.
Hoy mi homenaje es para las calladas urnas que recogen y custodian nuestros votos hasta el esperado recuento electoral. ¡Bravo por ellas! ¡Hurra!
Ahí, en la imagen, tenéis a una esforzada urna recibiendo un voto más, a punto de estallar de tanto votante que ha confiado en ella, pero es para lo que ha nacido. Es su propósito.
La verdad es que la imagen es de los test de calidad que realizó el fabricante para ver cuantos votos había que obligarle a engullir antes de estallar en mil pedazos.
En la realidad, a la fiesta de la democracia cada vez vamos menos ciudadanos. Por puro aburrimiento y desencanto, no de la fiesta en sí, sino de lo que elegimos. De hecho, creo que a medio día no habíamos ido a votar más que un 28%.
Escribe en un comentario si crees que para tener una buena participación electoral hay que celebrar las elecciones los lunes por la mañana, con toda la mañana libre para ir a votar, claro. Recomiéndale este post a todos los votantes que conozcas, les ayudarás. Dale al “megustas” y guarda este post en tus colecciones de cosas “atomarelvermusiavotaryaveremos”.
¡Un momento! Escribe en un comentario si has buscado en Internet que hoy, 9 de junio, son las elecciones al Parlamento Europeo (¡seguro que lo has hecho!)
C./